Andrés Smerkin

Después de dos semanas de meditación

21/06/2021

Ya llevo dos semanas meditando 30 minutos diarios. Llevo varios años meditando, no frecuentemente, pero de a ciclos. Y estas últimas dos semanas han sido de gran aprendizaje.

Dos semanas atrás, después de mucha sobrecarga laboral, llegué a un punto en el que comencé a tener algunos inicios de ataques de pánico. Si, soy una persona emocionalmente inestable, entonces no es dificil que mi mente comience a pensar cosas que lleven a emociones que no deseo. El punto es que después de contener dichos sobresaltos, decidí que lo primero que iba a hacer en el día (después de levantarme, bañarme, etc) es meditar 30 minutos por día. Y también decidí que no iba a agarrar el teléfono antes de meditar (porque las notificaciones de trabajo me generaban más estrés).

Como soy de meditar, tengo una aplicación Calm para esto, y también otra para iOS llamada Wild Journey. Comencé a usar estas aplicaciones. Sólo las uso para meditar. Me importa muy poco las herramientas extras que tienen como los "strikes" para los hábitos, el mood checker (para revisar el estado de ánimo), etc. Solo medito y listo. De hecho, a veces pienso que tener una aplicación ni siquiera me es necesario, y medito en silencio.

Creo que la meditación es un proceso que tiene que mantenerse simple. Mientras más simple sea, más facil será poder entrar en un estado meditativo, y más facil será encontrar el momento ideal para poder meditar.

¿Qué resultados obtuve?

  1. El mismo día pude comenzarlo y mantenerme alerta. Los ataques aparecieron, pero pude manejarlos bien antes de que se volvieran algo dificil de controlar.
  2. A los 3 días ya estaba mucho más tranquilo con respeto a los ataques y al trabajo que tenía por delante.
  3. La segunda semana fue mucho más complicada que la primera, pero aún así pude manejarme bien y saltar todos los obstáculos. Muy cansado por supuesto, y esto es algo que se va con descanso, pero por lo menos los picos de estrés y los ataques ya no estaban ni cerca.
  4. A las dos semanas me doy cuenta de que puedo empezar a tomar elecciones sobre como quiero hacer las cosas. Mis estados emocionales ya no me dominan facilmente. Puedo verlos y elegir como quiero responder.

Mi aprendizaje

La cabeza puede jugar muy malas pasadas si no estoy atento. La meditación me ayuda a estar más atento y poder generar un espacio entre lo que mi cabeza piensa, y las emociones que genera. En ese espacio, puedo decidir que hacer al respecto.